Me moriré en París con aguacero,

un día del cual tengo ya el recuerdo.

Me moriré en París -y no me corro-

tal vez un jueves, como es hoy, de otoño.

Jueves será, porque hoy, jueves, que proso

estos versos, los húmeros me he puesto

a la mala y, jamás como hoy, me he vuelto,

con todo mi camino, a verme solo.

César Vallejo ha muerto, le pegaban

todos sin que él les haga nada;

le daban duro con un palo y duro

también con una soga; son testigos

los días jueves y los huesos húmeros,

la soledad, la lluvia, los caminos…

Cuando Cesar Vallejo escribió estas líneas, presagiaba su triste final. El más grande poeta que vio nacer el Perú fallecía un jueves 15 de abril de 1938 de causas aun desconocidas. Pocas son las personas que pueden saber cuándo les tocara partir de este mundo. Hoy, debido a la terrible pandemia que estamos sufriendo todos, es mas probable que haya mas gente que pueda saberlo. Hay una delicada línea que separa las necesidades de muchos versus la de unos pocos, a veces no resulta claro; en este caso me refiero a la economía informal, sector al que pertenece el 70% del país. Gente que vive del diario no puede darse el lujo de hacer una cuarentena, a pesar de que muchos expertos se desgasten en explicaciones banales: el hambre, las deudas, y por supuesto la salud, no entienden de razones.

Resulta lamentable constatar la limitada visión de aquellos que nos gobiernan, reduciendo una sociedad pujante y productiva a una mera comunidad de cobayos temerosos de una gripe mortal. El Coronavirus es letal en la medida de que no tomen precauciones, pero no es un virus diferente al Sida, por ejemplo. Si tienes relaciones intimas con una persona infectada, es mas que obvio que te puedes contagiar. El sentido común dictaría que en ese caso o te protejas o de plano evites el contacto. Lo mismo debería suceder aquí: distanciamiento social para evitar que se extienda la curva, pero eso no significa, necesariamente, cerrarlo todo y joder la economía.

Nos esperan tiempos difíciles, tiempos en los que la humanidad como especie debe ver más allá de lo obvio y tratar de encontrar soluciones reales, pero no sacrificando la economía de aquellos que son los mas vulnerables, los pobres. Prevención si, represión no. Quiero creer que al Perú todavía no le ha llegado su día jueves, y, por el contrario, podemos salir de esta situación. Pero la lección es clara: si no nos tomamos en serio las elecciones presidenciales que están por venir y volvemos a votar por el mal menor, tendremos mucha peor suerte que Vallejo.

* Poema escrito por César Vallejo, Piedra negra sobre piedra blanca.